Para crear un yate que rompa las barreras entre los propietarios y los destinos a los que desean ir, primero debemos considerar la distancia que desean recorrer y las condiciones del mar en el camino. También debemos tener en cuenta la cantidad de tiempo y combustible que pueden invertir, y cuántos invitados desean traer. Las constantes en estas preguntas son la belleza del mar y el deseo de todos a bordo de contemplar las vistas.
Un casco de navegación suave con una base resbaladiza permite un viaje eficiente a una variedad de velocidades, incluyendo una velocidad máxima que se acerca a los 30 nudos con potencia opcional. Al mismo tiempo, la capacidad para mantenerse en el mar y los pasajes de aguas profundas entran en juego con un crucero a velocidad de desplazamiento que ofrece un generoso rango de crucero. Un diseño cómodo con alojamientos acogedores completa la experiencia a bordo